La construcción del hotel está en torno a la antigua casa del «inquilino» que, con sus más de 100 años de antigüedad, ha sobrevivido los grandes terremotos de Chile. Aromas propios del campo: a fruta en el verano o la tierra después de una intensa lluvia en invierno. Corredores, paredes lisas y tejas en los techos, amplias habitaciones, de alrededor de 30 mt2 cada una, con una majestuosa vista a los jardines del hotel y al valle de Apalta.
El hotel cuenta con servicios de: eventos especiales,desayuno,Wifi, Bar &Restaurante «La Refranería», piscina exterior, estacionamientos, jardines, aire acondicionado, tv cable en habitaciones, protocolos de seguridad y limpieza, salón de eventos para 250 personas y spa.